1 día en Ayllón, Maderuelo, Corral de Ayllón y Riaza



1 día en la zona de Ayllón
1 día en la provincia de Segovia


Hace mucho tiempo que queremos hacer esta excursión pero hasta hoy no habíamos encontrado el momento. ¡Al fin! Salimos pronto de Segovia camino hacia Ayllón, donde llegamos poco después de una hora. Tenemos un día precioso por delante. Aunque ha llovido los días anteriores, hoy está muy despejado, con esa luz tan especial de esta zona. El campo a los lados de la carretera está alfombrado de escarcha pero aún no hay nieve en la sierra. Sólo vemos un poquito en La Pinilla, que no ha sido suficiente todavía para abrir las pistas este año.









AYLLÓN

Aparcamos junto al río Aguisejo, muy cerca del Arco de entrada a la villa medieval (Coordenadas GPS 41,419029, -3,377341). Hace frío. Ha debido de helar aquí esta noche y aún no ha templado. Esperemos que lo haga a medida que avance la mañana. Lo bueno es que no hace nada de aire.
El pueblo está declarado Conjunto Histórico-Artístico desde 1973. Empezamos a recorrerlo desde el río. Nos detenemos unos instantes sobre el Puente Romano de piedra. En el agua, un buen número de patos y cisnes se deslizan suavemente.
El Arco de acceso a la Villa es la única puerta que aún queda de las tres que había en la antigua muralla. Está adornado con escudos de antiguas familias ilustres de Ayllón, pero no podemos verlos porque tanto éstos como el arco se encuentras cubiertos por andamios y lonas.
Nada más entrar en el pueblo, a la derecha encontramos el Palacio de los Contreras, mandado construir por Juan de Contreras en 1497. Se conservan en su interior preciosos artesonados en perfecto estado que no podemos visitar hoy, ya que está cerrado. Este personaje fue regidor de Segovia y estuvo presente en la coronación de Isabel la Católica. Llama la atención en la fachada un cordón franciscano con tres blasones inclinados, así como las ventanas, enmarcadas con arcos, guirnaldas y molduras. Se conoce también este palacio como de Don Álvaro de Luna y es que parece ser que en algún momento de su historia fue habitada por el Condestable de Castilla. Posteriormente pasó a ser propiedad de los Marqueses de Villena hasta el siglo XVIII, quienes la habitaban en temporadas de caza.
Continuando el paseo, enseguida llegamos a la Plaza Mayor, rodeada de viejos soportales de madera. A la derecha, destaca la más alta de las espadañas de la Villa, la de la Iglesia de Santa María la Mayor. Al fondo, nos esperan la Iglesia de San Miguel y el Ayuntamiento. Delante de ellos, se levanta La Fuente, mudo testigo de la Historia y del progreso del pueblo. Fue mandada construir en 1892 para conmemorar el IV Centenario del Descubrimiento de América. En lo alto, preside el conjunto el Cerro donde antaño se situaba el desaparecido Castillo. En su lugar, queda la figura de Cristo y la Torre de la Martina, a las que nos acercaremos más tarde.
El Ayuntamiento fue el primer palacio de los Marqueses de Villena y en la fachada todavía permanecen sus escudos.
A la izquierda se levanta la Iglesia románica de San Miguel, del siglo XII, la más importante de la villa, construida en piedra de la zona. Lo que más llama la atención es ese extraño pórtico con balcón añadido cuatro siglos después para que los clérigos asistieran a los actos públicos que tenían lugar en la Plaza. El pórtico terminó convirtiéndose en vivienda, si bien en una restauración posterior se eliminó la vivienda y se dejó la estructura original. En su interior se encuentran las sepulturas de los Marqueses de Villena y el sepulcro de Juan de Contreras.
Frente a la Iglesia, haciendo esquina con la Calle del Pozo, encontramos la Casa de la Torre, aunque no hay torre a la vista. Se trata del edificio civil más antiguo del pueblo, llamada también la Casa Cuartel, por haber tenido ese uso en el pasado. Actualmente, la planta baja está ocupada por una entidad bancaria mientras que en la primera hay un centro de jubilados.
Siguiendo la calle del Pozo, al final de la misma, llegamos a la Casa-palacio del Obispo Vellosillo, de finales del siglo XVI, en la que se encuentra el Museo de Arte Contemporáneo. Sobre la entrada principal podemos ver el escudo de los Vellosillo así como en cada uno de los balcones y ventanas. Don Fernando de Vellosillo es hijo ilustre de esta villa e intervino como teólogo en el Concilio de Trento en 1562.
Regresamos a la Plaza Mayor y, tomando la calle a la derecha del Ayuntamiento, enseguida llegamos a la Plaza del Ángel del Alcázar, en la que en el siglo XV se asentaba la sinagoga judía y, desde 1701, la Iglesia de Santa María la Mayor. Es la única parroquia que queda de las nueve con que llegó a contar la villa. El soberbio campanario de 40 metros de altura está rematado por una espadaña monumental que consta de seis arcos para seis campanas y en la que una buena colonia de cigüeñas han instalado sus nidos.
Frente a la Iglesia hace esquina con la calle El Parral otra Casa palacio que se cree perteneció a la emperatriz María Eugenia de Montijo, esposa de José Bonaparte III.
Al fondo de la plaza, hacia la izquierda, comienza la Calle Real. Junto al número 4 sale de frente un pasadizo que nos lleva hasta el Cerro, pero no vamos a subir todavía. Hacia la derecha, la Calle Real se prolonga en la Calle del Doctor Tapia. Tomamos ésta.
A pocos metros, en el lado izquierdo, pasamos frente a la Casa del Águila. En el vistoso escudo de su fachada sobresale la cabeza de este animal, el águila de San Juan.
Al final de la calle encontramos el Convento de las Concepcionistas. Hasta hace no muchos años funcionaba como colegio de monjas, si bien en la actualidad ha sido reconvertido como posada rural.
Por esta zona hay varias callejuelas que suben hasta el Cerro. Ahora sí, tomamos una de ellas. La pronunciada cuesta nos acerca a la singular torre almenada de La Martina, visible desde la mayor parte del pueblo. Se cree que esta torre es lo que queda de lo que en tiempos fuera el Castillo de Don Álvaro de Luna. Desde aquí la panorámica del pueblo y sus campos así como de la cercana Sierra de Ayllón es muy bella.
Cerca de la torre se alza también la estatua del Cristo y por la parte de atrás del Cerro, una bajada con escalones nos acerca a Los Paredones, un viejo tapial árabe de gran espesor perteneciente a las antiguas murallas.
Continuamos bajando hacia el pueblo. Pasamos por una zona de cuevas que son usadas como bodegas.
En la Plaza Mayor algunos de los bares han sacado mesas al sol, que ya va calentando. Es hora de hacer un alto disfrutando de la panorámica.
Tras el descanso, desandamos el camino hacia el río dejando atrás el palacio de los Contreras y el Arco. Al otro lado del Aguisejo nos asomamos al Hospital del Santo Espíritu (41,41903, -3,37854). Fundado en el siglo XVI como orfanato y hospital, actualmente es utilizado como residencia de ancianos.
Extramuros, a 1 km más o menos, nos acercamos hasta el Convento de San Francisco (Coordenadas GPS 41,42697, -3,38150) llamado popularmente “El Exconvento”. Hoy en ruinas y en un recinto de propiedad privada, se atribuye a San Francisco de Asís su fundación. Queda en pie la estilizada portada barroca rematada por una alta espadaña. Sus dos retablos fueron trasladados: el retablo mayor, a la Iglesia de Santa María la Mayor de Ayllón, y el de la capilla sur, en Santa María de Riaza.
Desde aquí vamos a recorrer los 16 kms que nos separan de Maderuelo.



MADERUELO

Coordenadas GPS (41,48685, -3,52176)
La llegada a Maderuelo me trae inmediatamente a la memoria la imagen del pueblo gerundés de Castellfollit de la Roca. Aunque son muchas las diferencias del entorno, es muy similar la disposición de las casas en lo alto y son bellísimas estampas las dos.
La carretera sobre el Puente Nuevo cruza el embalse de Linares antes de iniciar la ascensión por el Paseo de la Solana que nos lleva hasta el Arco de entrada al pueblo. El viejo puente romano quedó sumergido bajo las aguas del embalse que desde 1946 se tragó también el pueblo que le da nombre: Linares del Arroyo. Tampoco se libraron los frescos románicos de la Ermita de la Vera Cruz, que fueron trasladados al Museo del Prado. Estamos teniendo un otoño muy seco y la zona de la Ermita es una verde pradera con mesas y bancos donde algunos visitantes aprovechan el suave sol para tomar un tentempié, pero en las paredes de piedra de la pequeña iglesia quedan las marcas de la humedad que atestiguan que en ocasiones llega a estar parcialmente sumergida.
En el Arco, la Puerta de la Villa, todavía quedan las enormes puertas de madera maciza acorazadas del siglo XV que sin duda habrán librado a sus antiguos habitantes de más de un ataque. Pasado el arco, llegamos a la plaza de San Miguel, donde se encuentra la iglesia del mismo nombre. Siguiendo la calle de San Miguel, llegamos a la Plaza del Baile, lugar acostumbrado para el mercado desde tiempos remotos. La calle se prolonga en la Calle de Arriba. La calle de Arriba y la de Abajo son las dos paralelas que recorren el pueblo en toda su longitud. Recorrerlas es una delicia. Las casas nuevas conservan el estilo arquitectónico de las antiguas, manteniendo la uniformidad del conjunto.
Siguiendo la calle de Arriba llegamos hasta la Plaza Mayor, presidida por la Iglesia de Santa María del Castillo. A la derecha de la iglesia, junto a la muralla y pasando bajo un arco llegamos a la zona conocida como Alcarcel, que hoy en día es un magnífico mirador sobre la vega y el embalse. Ahora que el nivel del agua está muy bajo, desde aquí distinguimos con claridad la parte central del Puente Viejo.
Al final de la Calle de Arriba llegamos a la Plaza del Castillo, tras la que se encontraba la fortaleza hoy prácticamente desaparecida. Únicamente las ruinas del Torreón atestiguan su pasada presencia. En la plaza convergen las calles de Arriba y de Abajo y tomamos esta última para terminar de recorrer el pueblo y regresar hacia el Arco, en cuyas inmediaciones hemos aparcado.



CORRAL DE AYLLÓN - COMIDA EN CASA PABLITO

Son 18 kms por carreteras más que estrechas los que nos separan de Corral de Ayllón (Coordenadas GPS 41,3911, -3,4591) donde hemos reservado dos cuartos de asado (para 4 personas) para comer en Casa Pablito. Con el cordero, la ensalada y un postre nos quedamos más que a gusto. Todo está estupendo y la relación calidad/precio es muy recomendable.



RIAZA

El café y el paseo para bajar la comida los dejamos para Riaza, que nos pilla de paso de vuelta a Segovia. Anochece tan temprano en esta época que llegamos entre dos luces y antes de terminar el paseo ya se ha hecho de noche. Dejamos pendiente una visita más detallada del pueblo para otro ocasión. Además de lo que hemos visitado hoy, hay más lugares interesantes por esta zona y seguro que regresaremos no tardando mucho.



1 comentario:

Belén García dijo...

Enhorabuena por el Blog! Madre mía que día más aprovechado!!!! Me parece un plan perfecto de sábado, eso si, yo aprovecharía y me quedaría a dormir en algún hotelito rural con encanto, como los que ofrecen webs tipo Ruralka, Rusticae...acogedores, románticos y con encanto :-) Además, suelen tener ofertas si se sabe buscar, yo ahora he encontrado 75€ noche y desayuno con Ruralka en una web de promos que está guay www.memimo.es