- NOTA: Esta etapa forma parte del viaje de 11 días / 10 noches en coche por Suiza -> Preparativos, Mapa e Itinerario
Llegamos a Ginebra muy puntuales, a la hora
prevista (11:20). Aunque hemos tenido que madrugar mucho, a cambio
tenemos casi todo el día completo para movernos por la ciudad.
IMPORTANTE: Después de recoger las maletas y ANTES de salir bajo el arco de “nada que declarar”, buscamos la
máquina de “Billet gratuit” y recogemos nuestro billete de
transporte público gratis, válido para 80 minutos.
Ya fuera del edificio, localizamos el autobús
5, que nos llevará hasta el centro. También nos vale el 10, pero el
5 llega primero. Vamos directos al hotel Residence St James 3* en la
Rue Versonnex 3.
Durante el trayecto hasta la parada Rive,
reconozco algunos de los lugares que vamos a visitar más tarde, como
el palacio de la ONU, la estación Cornavin, la plaza del mismo
nombre...
El hotel está estupendamente situado, muy
céntrico, al lado del Jardín Inglés y a pocos pasos del Lago
Leman, si bien es bastante cutrecillo y carísimo en relación
calidad-precio, pero a la fuerza tendremos que acostumbrarnos. Aquí
vamos a pagar por todo más del doble de lo que pagaríamos en
España. El motivo por el que cogí este hotel, además de por la
situación, es porque tenemos un apartamento con cocina y, como
traemos algo de comida de España, con poco más podremos comer hoy y
desayunar mañana.
En recepción preguntamos
por un supermercado cercano y nos indican cómo llegar hasta un
MIGROS en la Rue des Eaux Vives. Esta cadena y los COOPs son los que
encontraremos con frecuencia por todo el país.
Aunque con poca fuerza, no
ha dejado de llover desde que hemos llegado. Esperemos que mejore los
próximos días.
Muy cerca del supermercado
nos llama la atención una taberna española (La bodega du Lac),
donde decidimos venir hoy a cenar.
En recepción del hotel
pedimos la tarjeta “Geneva Transport Card”, que nos va a permitir
viajar en transporte público también de forma gratuita por la
ciudad.
Después de comer
rápidamente en el apartamento, salimos rumbo hacia el Palacio de la
ONU, a ver si podemos llegar a tiempo de la visita guiada de las
14:30.
Cogemos de nuevo el
autobús número 5, esta vez en la parada Metropole de la Rue du
Rhone y bajamos en la Plaza de las Naciones (Place des Nations). Esta
plaza no tiene pérdida, ya que ahí encontramos la enorme Broken
Chair (La Silla Rota), de 12 m de altura, cuya pata mutilada
representa a los heridos en los conflictos bélicos.
La silla mira hacia una de
las entradas al Palacio flanqueada por las banderas de los países
socios, pero no es por ésta por la que tenemos que acceder para la
visita, sino que debemos rodear la manzana para entrar por el lado
opuesto del edificio, lo que hacemos a toda prisa.
Palacio de la ONU, Ginebra |
Conseguimos llegar a
tiempo para la visita y nos unimos al grupo en inglés ya que, al
menos hoy, no hay visita en español. No sé si las hay otros días.
(Más información
sobre el Edificio ONU en http://www.unog.ch)
El
guía está continuamente pendiente del grupo. Nos avisa de que no
nos quedemos rezagados y nos separemos porque nos contará
repetidamente y, en el momento en que eche de menos a alguien, tendrá
que dar aviso a seguridad, que localizarán a los perdidos y los
acompañarán a la salida, dando por terminada la visita guiada.
Comenzamos
el recorrido en una sala de reuniones vacía. Aquí nos explica cómo
está configurada, quién ocupa qué asientos y zonas: representantes
de los países, observadores, intérpretes, público, visitantes...
En
los amplios pasillos del edificio vamos dejando atrás obras
artísticas de todo tipo: esculturas, pinturas, tapices... que los
países miembros han ido donando a la sede.
Otra
de las salas que visitamos tiene un nombre que nos resulta muy
familiar. Así, escrito en español y subtitulado en francés: “Sala
de los Derechos humanos y de la Alianza de Civilizaciones”. Esta
sala está ocupada y en ella se está celebrando una sesión. La
configuración es igual que la de sala vacía que visitamos antes,
pero ésta tiene algo que la hace muy especial, y es esa cúpula tan
colorida creada por Miquel Barceló con 35.000 litros de pintura.
Cúpula de Barceló en el Palacio de la ONU, Ginebra |
Desde
los ventanales de la Sala de los Pasos Perdidos vemos la zona del
jardín donde están la Esfera armilar y el monumento conmemorativo
de la conquista del espacio.
Si
el día estuviera claro, podríamos contemplar también desde aquí
la cima del Mont Blanc, pero las nubes bajas tapan
las cumbres más lejanas y nos lo ocultan.
Seguimos
la visita por la Sala de las Asambleas, la más grande del Palacio de
las Naciones, para pasar después a la Sala del Consejo, en la que se
han llevado a cabo negociaciones importantes, decorada con pinturas
murales del catalán José María Sert.
Sala del Consejo, Palacio de la ONU (Ginebra) |
Al
terminar la visita ha dejado de llover y regresamos junto a la Silla
Rota para hacer unas fotografías ya sin prisas antes de coger de
nuevo el autobús el número 5 de vuelta hacia el centro.
La Silla Rota, Ginebra |
Empezamos
nuestra visita de la ciudad en la Plaza Cornavin, frente a la
estación de tren del mismo nombre. Hacia la izquierda, tenemos la
rue de Lausanne, una calle comercial con muchas tiendas. Recorremos
unos metros y no parece tener nada de particular, por lo que
regresamos a la plaza y cogemos la Rue du Mont Blanc para irnos
acercando hacia el lago Leman y el centro histórico.
Estamos
en la orilla norte del río Ródano. La Rue du Mont Blanc es una
calle peatonal, con terrazas y bancos que invitan al descanso, aunque
nosotros no podemos detenernos todavía. Tenemos tanto por
recorrer...
Nos
llaman la atención la cantidad de joyerías y de relojes que
encontramos en esta calle, prácticamente en cada esquina. Son tantos
y, a veces, tan diferentes unos de otros, que decido iniciar mi
pequeña (o grande, no sé aún) colección de relojes suizos.
Hay
también muchas tiendas de navajas y de relojes de cuco. Nos
hartaremos de verlas en todo el viaje.
El
paseo es corto y pronto llegamos al muelle (Quai du Mont Blanc), un
paseo arbolado junto al lago que lleva al embarcadero de donde salen
los barcos de la compañía CGN.
Embarcadero en el Lago Leman, Ginebra |
Había estado consultando los
horarios de crucero en la página web
http://www.cgn.ch/horaires/doSearch.php?lan=eng-GB
por si había alguno que nos cuadrara en trayecto y duración, aunque
sin demasiado entusiasmo, ya que el día está gris, con lluvia
intermitente, y preferimos seguir explorando la ciudad.
Frente
al embarcadero, encontramos el monumento
al duque Brunswick, benefactor de Ginebra, réplica de la tumba de la
familia Scaligeri de Verona
En
el interior del lago, el famoso Jet d'Eau (chorro de agua) sube con
fuerza hasta 140 metros hacia el cielo.
Lago Leman, Ginebra |
Bordeamos
el lago en dirección hacia la otra orilla, donde se encuentra
nuestro hotel. Desde el Puente del Mont Blanc tenemos una buena
panorámica de las 2 orillas y deberíamos poder ver la alta cumbre
si el día estuviera más claro.
Bajo
el puente, el río Ródano abandona el lago Leman en dirección hacia
su desembocadura en el Mediterráneo.
En
el Jardín Inglés nos cuesta un poco encontrar el Reloj Floral, y
eso que no es pequeño, con sus 5 metros de diámetro, pero lo
buscábamos en el interior del Jardín, en lugar de junto a la
carretera.
Reloj Floral, Ginebra |
Bordeamos
el lago por esta orilla sur en dirección al Jet d'Eau. En esta zona
hay muchas barquitas amarradas y también muchos patos y cisnes. Es
curioso, porque desde el otro lado se veía el cielo tan gris y ahora
es como si las nubes se hubieran ido abriendo dejando asomar retazos
azules que ojalá auguren un día despejado para mañana.
Jet d'Eau, Ginebra |
Nos
vamos acercando al Chorro por una pasarela sobre el lago hasta que
nos permiten las salpicaduras. Un caudal de agua de 500 litros por
segundo es propulsado a una velocidad de 200 kms por hora. Hace algo
de aire y, si no queremos ponernos como sopas, será mejor no avanzar
más.
Jet d'Eau, Ginebra |
Paseamos
después por la Rue Du Rhone, llena de tiendas de alta gama de moda y
joyería. Frente a la Place Molard encontramos una robusta torre
militar del siglo XIV que era parte de la muralla. De noche
regresaremos esta plaza a ver si podemos ver los adoquines iluminados
con saludos en todos los idiomas.
Place Molard, Ginebra |
Faltan
muy pocos minutos para las 8 en punto. A esa hora estamos en el
pasaje Malbuisson, en el número 40 de esta calle, para disfrutar del
carillón de carrozas, danzantes y campanas en un reloj de 1960.
No
estamos solos. Un matrimonio español nos acompaña. Nos cuentan que
emigraron a Suiza y vivieron aquí muchos años. Ahora, ya jubilados,
regresan a menudo. Hoy, en concreto, vienen a escuchar de nuevo este
carillón que ya conocían, pero donde hace mucho que estuvieron por
última vez.
Carillón del Pasaje Malbuisson, Ginebra |
Después
de una breve charla, nos separamos y seguimos nuestro recorrido.
Desde el Pont des Bergues llegamos a la Isla Rousseau, con una
estatua solitaria que rememora al gran filósofo, nacido en Ginebra.
Junto
al Pont d'Ile encontramos otra torre militar, la Tour d'Ille, que
también formaba parte de la muralla.
Tour d'Ille, Ginebra |
Bordeando el río, llegamos enseguida a la Place de Bel-Air, donde encontramos sedes de grandes bancos suizos. Desde aquí sale la Rue de la Confederation, que al poco se convierte en la Rue du Marché, paralela a la Rue du Rhone, que recorrimos antes. Hacia la derecha, cualquiera de las callecitas que ascienden nos llevan hasta la Vieille Ville, el Casco Antiguo. Subimos por la Rue de la Fontaine. Pronto llegamos al Palacio de Justicia y, frente a él, encontramos la primera tienda de Caran d'Ache en Ginebra. Me encanta detenerme en su escaparate para ver las pinturas.
Tienda de Caran d'Ache, Ginebra |
Esta
marca, las cajas de pinturas, la montaña que hay en la foto, me
traen recuerdos de unos años en que una caja de pinturas era un
tesoro. Entonces ni siquiera sabía que esa cumbre era real, que
estaba en Suiza, que se llamaba Matterhorn (Monte Cervino), pero al
planificar este viaje, no podía dejarla fuera de la ruta. Esperemos
que el día de visita a Zermatt las nubes no nos la oculten.
Cuando
llegamos a la plaza más antigua de Ginebra, la Place du Bourg de
Four, ya se ha hecho de noche totalmente y está bastante oscura. Lo
único que está algo más iluminado es la fuente del siglo XVIII que
hay en el centro.
Fuente en la Place du Bourg de Four, Ginebra |
Hace
rato que ha dejado de llover y se ha quedado una noche muy agradable.
Paseando pasamos por el Ayuntamiento, la Catedral de San Pedro
(llamada la catedral de la Reforma), la Maison Travel (la más
antigua de la ciudad), el Antiguo Arsenal, que era un almacén para
el trigo y, más tarde, depósito de armas.
Antiguo Arsenal, Ginebra |
Seguimos
el paseo por la Grand Rue, la arteria principal del Casco Antiguo.
Toda ella es un monumento. Destacan en el número 40 la casa natal de
Rousseau y en el 28 el domicilio de Jorge Luis Borges que, nacido en
Buenos Aires, falleció en Ginebra en 1986.
Grand Rue, Ginebra |
Recorrida
esta zona, decidimos ir a cenar a la Bodega du Lac, como teníamos
pensado desde esta mañana. Dirección al hotel y a la Bodega,
pasamos de nuevo por la Plaza Molard. Ahora sí están encendidos las
luces de los adoquines y podemos leer muchos saludos (hola,
bienvenidos, buenas tardes...) en diferentes idiomas, también en
español.
Place Molard, Ginebra |
Comenzamos
nuestro segundo día en Suiza bien descansados e impacientes por
recoger nuestro coche de alquiler para iniciar el recorrido que
traemos planificado. Ha debido de llover mucho esta noche, ya que el
suelo está empapado, pero afortunadamente no vamos a necesitar más
los paraguas hasta el día de regreso a España.
Dejamos
las maletas en el hotel y vamos andando hasta la oficina de Sixt en
rue de Monthoux 2. Aunque llegamos puntuales,
primero nos toca esperar bastante por la gente que tenemos delante y,
después, un problema con nuestras tarjetas nos suma más retraso.
Cuando finalmente podemos ponernos en marcha, hemos perdido demasiado
tiempo. Tenemos que replantearnos el itinerario. Lo primero es
prescindir de la visita a Romainmôtier y su Abadía. Aunque es un
sitio que me apetecía mucho, esto nos permite dedicar algo más de
tiempo a Ginebra antes de ponernos en camino hacia Gruyeres, nuestro
final de etapa por hoy.
Volvemos
al hotel en coche para recoger las maletas y, a continuación, nos
dirigimos al Paseo (Promenade) de la Treille, para ver el banco más
largo del mundo. Aparcamos en la Rampa de la Treille (Coordenadas GPS
46,20107, 6,14496), junto al Paseo.
Son
nada más y nada menos que 126 metros de un banco de record.El banco más largo del mundo, Ginebra |
Estando tan cerca del centro histórico, no nos resistimos a repetir parte del paseo de ayer por la noche para ver a la luz del día algunos lugares más emblemáticos, ni para saborear un rico chocolate en una terracita de la Place du Bourg de Four disfrutando del entorno privilegiado.
Place du Bourg de Four, Ginebra |
Terminamos
nuestra visita a Ginebra en el Parc des Bastions. Nada más entrar,
nos sorprenden los juegos de damas y ajedrez gigantes.
Parc des Bastions, Ginebra |
No
tenemos que adentrarnos mucho en el parque para llegar al Monumento
de los Reformadores, un largo Muro de casi 100 metros adosado a una
parte de las antiguas murallas, una pared grabada y adornada con
bajorrelieves y estatuas, entre las que destacan las 4 centrales de 5
metros cada una y que reúnen a las figuras más destacadas del
movimientos reformador.
A
sus pies, un área de agua protege el monumento recordando la zanja
de las antiguas fortificaciones.
En
el muro puede leerse la divisa de Ginebra: Post Tenebras Lux (Después
de las tinieblas, la luz).
Muro de los Reformadores, Ginebra |
Desde
el Parque, recogemos el coche para seguir nuestra ruta. La siguiente
parada será Morges, a 51 kms bordeando el lago Leman.
- SIGUIENTE VISITA => Morges, a 51 kms
2 comentarios:
Muy bonito tu relato sobre esta bonita ciudad que es Ginebra. Tuve la oportunidad de vivir allí unos cuantos años y espero poder volver algún día. Descubro en sitios como este http://www.walkingo.com/route.php?city=589 y el tuyo que existen lugares que aún no conozco. Una pena no haber aprovechado cuando estuve allí. Supongo que es lo normal cuando vives en un sitio...
Muy preciso y útil. Me sirvió para mis 22hs en Ginebra
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