Paseo por Divanyolu Caddesi


El CAMINO AL CONSEJO IMPERIAL (La calle del tranvía)



Tras nuestra llegada a Estambul y después de instalarnos en el Hotel Mina, salimos rápidamente a dar una vuelta por las inmediaciones y por parte del itinerario planificado para mañana, para situarnos y también recibir las primeras impresiones de esta ciudad desconocida.
Desde el hotel, salimos en dirección contraria a la que trajimos desde la parada del tranvía para llegar al Hipódromo. Tardamos muy poco, apenas unos minutos, porque está muy cerca. La zona está algo oscura pero parece tranquila. El Hipódromo no está iluminado y todo el pavimento está levantado porque están poniendo adoquinado nuevo pero con la luz que llega desde la Mezquita Azul, justo al lado, distinguimos las siluetas de la Columna de Justiniano, la Columna Serpentina y el Oblisco de Teodosio, que veremos mañana a plena luz.
Al final del Hipódromo llegamos a un jardincito, el Sultan Ahmet Parki, que separa la Mezquita Azul de la bella Santa Sofía, también iluminada.


Santa Sofía de noche, Estambul

En medio de este jardín hay una fuente que cambia de colores.
La entrada a Santa Sofía está en la calle Yerebatan (Yerebatan Caddesi) y es la misma calle donde, a unos pocos metros, está la Cisterna Basílica, o Cisterna de Yerebatan, otro lugar imprescindible que también visitaremos mañana.
En la confluencia de Yerebatan Caddesi con la Divanyolu Caddesi queda un pequeño resto de un antiguo acueducto. Junto a él, en el suelo, vemos el Million, un bloque de mármol que es todo lo que queda del arco triunfal desde donde se medían las distancias del Imperio Bizantino, algo así como un kilómetro cero. Caminamos por Divanyolu alejándonos del Million.


Million, Estambul

Estamos en la arteria principal del casco histórico, muy poco concurrida a estas horas. Esta zona es muy agradable para pasear. Más que una calle importante de una ciudad con millones de habitantes parece la de un tranquilo pueblecito. En el centro, el tranvía pasa con frecuencia en uno y otro sentido.
A la derecha tenemos una zona de restaurantes. Aunque hace bastante frío las terrazas están puestas en la calle esperando a los comensales. Los focos infrarrojos caldean el ambiente y algunos atrevidos las ocupan, pero preferimos pasar al interior para cenar.


Restaurante Istanbul Enjoyer, Estambul

Hemos elegido el Restaurante Istanbul Enjoyer, en la calle Incili Cavus Sok 25, que es la primera a la derecha según vamos. Es uno de los muy recomendados en los foros que he consultado para preparar este viaje y veo que no he sido la única, porque el 90% de los comensales somos españoles. El comedor es pequeñito pero acogedor. El dueño, Ahmet, también conocido como Antonio, habla perfectamente español y te dará encantado cualquier explicación sobre los platos de la carta traducida a nuestro idioma, así como sobre la ciudad o el país.
La cocina turca no nos resulta extraña, ya que tuvimos oportunidad de probarla durante la semana que pasamos en Capadocia. Los platos que pedimos están compuestos básicamente de carne y verduras. Todo está rico y cenamos bien. Durante la cena, conversamos con otra pareja de Toledo que llegaron un día antes que nosotros.


Mezquita Firuz Aga, Estambul

Después de cenar, seguimos nuestro paseo por el Camino al Consejo Imperial. En la acera de la izquierda dejamos atrás la pequeña mezquita Firuz Aga, cerrada e iluminada. En la acera de la derecha, pasamos frente a algunos cafés y pastelerías donde se pueden comprar dulces típicos rellenos de avellanas y pistachos así como el calórico Baklava, a base de hojaldre, nueces o pistachos y miel, o las conocidas delicias turcas. También en esta zona hay varias tiendas de souvenirs.
Pronto llegamos a la plaza de Cemberlitas, que recibe este nombre de la columna de piedra, también iluminada, que descansa sobre un sólido pedestal.


Columna Cemberlitas, Estambul

Fue erigida en el año 330 D.C. por Constantino el Grande conmemorando el nombramiento de Constantinopla como capital el Imperio Romano de Oriente.

Muy cerca de ésta vemos el Hammam Cemberlitas, unos de los lugares emblemáticos donde disfrutar de los famosos baños turcos.
Desde que salimos del hotel, hemos hecho un recorrido circular y estamos de nuevo en la parada de tranvía a la que llegamos desde el aeropuerto. El día ha sido largo y es tiempo de descansar.

Mañana: Primer día en Estambul


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