Gerona


Girona Nit

Llegamos a Gerona de noche. En el aeropuerto recogemos el coche de alquiler que teníamos reservado y, con ayuda del GPS, llegamos sin problema hasta el hotel Ultonia, a un paso del casco histórico. Buscamos aparcamiento, dejamos el equipaje en el hotel y rápidamente nos dirigimos hacia el centro antes de cenar.
La Gran Vía de Jaume I, la calle donde se encuentra el hotel, nos lleva hasta la Plaza de la Independencia, una recoleta plaza rodeada de soportales con acogedoras terrazas donde la gente cena sin prisa, disfrutando la maravillosa temperatura que nos regala la noche. En el centro, se alza el monumento a los Defensores de Girona contra el asedio francés. Estamos muy cerca del centro histórico y monumental y decidimos dar un paseo hasta la Catedral y por la vieja Judería (el Call) antes de sentarnos en una de estas terrazas.
Una de las esquinas de la plaza comunica con el Paseo de José Canalejas, que transcurre junto al río Onyar. Vislumbramos la silueta de las famosas casas pero la iluminación es muy escasa y no podemos contemplarlas como merecen.
Cruzamos el río por el primero de los puentes que encontramos al final del cual hay un pasaje bajo las casas que nos lleva hasta el comienzo de la Subida de San Feliu. Esta subida llega hasta la Iglesia del mismo nombre, con su esbelta torre que, junto con la de la Catedral, componen la silueta más conocida de la ciudad. Paseamos por la zona monumental. Hace una noche maravillosa que apetece disfrutar. Cuando nos cansamos de callejear, volvemos a la Plaza de la Independencia y elegimos la terraza de Casa Marieta para cenar, un restaurante centenario con buena relación calidad-precio donde, como parte de la cena, picamos unos típicos y sabrosos caracoles con salsa de tomate y ali oli.


A la luz del sol



Me despierto muy pronto y, con las primeras luces del día, regreso a los lugares que visitamos anoche que ahora se muestran con otro color. En la Plaza de la Independencia algunas de las terrazas están aún cerradas. En otras, las cenas se han trocado en desayunos.
Las casas de l’Onyar, construidas sobre la antigua muralla fluvial, muestran su amalgama de colores y formas colgadas sobre el río en el que se reflejan. Sobre ellas, las torres de San Feliu y la Catedral se alzan poderosas y centinelas.
La muralla rodea la ciudad antigua. Junto a la Iglesia de San Feliu dos altas y robustas torres dan paso, bajo el Portal de Sobreportes, a la Plaza de la Catedral. Impresiona la magnífica Escalinata, un monumento en sí misma, construida en el siglo XVII para salvar la pendiente existente entre la plaza y la Catedral, separadas ahora por noventa escalones y tres rellanos. A uno de los lados de la Escalinata queda la Pía Almoina, un edificio de piedra que data del siglo XIV. Fue financiado por las familias nobles de la ciudad a fin de dar posada y alimento a los pobres y peregrinos. Y, a sus pies, la Casa Pastors, hoy Palacio de Justicia. Me llaman la atención unos pequeños dragones en la base de las rejas de las ventanas de este edificio. A la derecha de la Escalinata, entre ésta y la Pía Almoina, hay una callecita por la que continúo y me lleva hasta la Subida de la Catedral. Antes de empezar la subida, miro hacia lo alto de la torre de la Catedral y la distancia hasta la cúspide se me hace interminable.
En esta zona está el Call, la antigua Judería, un entramado de calles estrechas, la mayoría en cuesta, con o sin escaleras, que se extiende hasta el río. No tengo mucho tiempo para callejear, pero no hay que recorrer mucho para encontrar algunas calles interesantes como la de San Lorenzo, con infinitas escaleras , o la de Manuel Cúndaro, con una bonita bifurcación en la que encuentro otros dos pequeños dragones en la base de otra reja. ¿Cuántos más de estos amiguitos esconde esta ciudad?
No puedo demorarme más. Regreso al hotel donde he quedado para ir a desayunar. El reloj corre y tenemos entradas reservadas para Portlligat a las 13:30 pero antes vamos a visitar el teatro-museo de Dalí en Figueras.
Desayunamos al aire libre en una de las terrazas de la Plaza de la Independencia antes de poner rumbo hacia el Alto Ampurdán. Comenzamos por Figueras, a 48 kms de Gerona.



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