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Avenida Jahn Reisen
Costa Calma, Fuerteventura
Tf +34 928 87 60 09
costa.calma.palace@sbhoteles.es
Si tengo que resumir mi impresión sobre este hotel, diré simplemente que es FANTÁSTICO. Nos encantó. Cómodo, espacioso, bonito, limpio, cuidado, en primera línea de una playa buenísima. Y el buffet, una maravilla. ¿Qué más se puede pedir para una estancia inolvidable?
LA LLEGADA. El edificio no está pegado a la carretera, sino al final de una especie de pequeña avenida que sale de ésta, con una zona ajardinada en el centro.
Entrar en el edificio impresiona. El hall tiene varios pisos de altura con infinidad de salones repartidos en ellos. La fotografía siguiente está tomada desde el nivel de entrada. Tres pisos aparecen más abajo. De frente, un barecito donde nos invitaron a tomar un cocktail a la llegada. Abajo de todo, un piano bar con música en directo algunas horas.
LA HABITACIÓN. Esta habitación es la primera que nos asignaron, aunque no nos quedamos en ella, pero es idéntica a la que ocupamos al final. El motivo del cambio fue que nosotros habíamos pagado suplemento por vista al mar y esta habitación, aunque el recepcionista se empeñaba en convencernos de que sí, no lo tenía. Bueno, lo cierto es que podía verse un trocito de mar allá junto al horizonte, pero de ahí para abajo lo que veíamos eran tres pisos del hotel. Es verdad que todas las habitaciones están orientadas hacia el mar, pero eso es una cosa y a mi modo de entender, tener una bonita vista por la que encima has pagado un suplemento, es otra.
Otra vista de la habitación. Detrás de las cortinas está la salida a la terraza.
El baño:
LA ZONA DE PISCINAS. Desde la terraza se ve la zona de piscinas. Al fondo, la arena de la playa y el mar. La piscina que se ve en esta foto es una pequeñita, para niños. Hay otras dos piscinas exteriores, una de ellas climatizada, mucho más grandes.
El gran hall visto desde la zona de piscinas:
A continuación, una panorámica de la zona de piscinas:
Hay hamacas de piedra sumergidas repartidas por las dos piscinas grandes. En realidad son jacuzzis. Se busca el botoncito correspondiente y... ¡a disfrutar del hidromasaje! Una gozada.
También tiene un campito de golf. No investigué mucho porque no practico este deporte. No sé cuántos hoyos tiene pero lo que sí está es muy cuidado.
Y esto sí que es una maravilla, aunque lo descubrimos tarde y pudimos aprovecharlo sólo un día. Es la piscina cubierta con el agua calentita y muchos chorros de masaje diferentes. También hay hamacas sumergidas aquí, aunque no se aprecian bajo el agua. Creo recordar que hay cuatro.
El gimnasio, junto a la piscina cubierta:
Un ajedrez gigante, en la zona de piscinas:
Unos sillones de masaje en uno de los salones. Funcionan con 2 €. Fue una pena también descubrirlos cuando ya nos íbamos.
Esta es la salida desde la zona de piscinas hacia la playa. Al fondo, la verja se abre con la tarjeta de la habitación, tanto para salir como para entrar.
Entre el hotel y la arena hay una zona de matorrales:
El hotel visto desde la arena, después de atravesar esa zona de vegetación:
En la foto anterior se observa una línea de palmeras a lo largo del muro que delimita el hotel. Está situada en una franja de arena, dentro del hotel, con hamacas y sombrillas. Muy agradable.
LA PLAYA - La playa enfrente del hotel es una maravilla. Algunas personas practicaban surf, muy pocos se bañaban (el agua estaba muy fría) y mucha gente paseaba. Es una delicia pasear por la orilla. La arena es muy fina y está bien compactada, formando una base dura sobre la que andar con comodidad. La fotografía a continuación está tomada muy pronto, poco después de amanecer. Pensé que la iba a encontrar completamente vacía, pero ya había algunas personas recorriéndola.La "hora punta" puede ser algo así:
Sin problemas de apreturas, que hay sitio, arena y mar para todos.
RESTAURACIÓN. El buffet también es impresionante, de una calidad estupenda y muchísima variedad. Podría comenzar a enumerar lo que ofrecían en el desayuno, pero terminaré antes diciendo que hay de todo, al menos de todo lo que puedo imaginar que cualquiera pueda desear para desayunar. El turno de desayuno es de 8:00 a 10:30. Con la media pensión, tomábamos además la cena, que organizan en dos turnos. El primero es de 17:30 a 19:00 y el segundo de 19:30 a 21:00. Cuando te dan la habitación, te asignan también turno y mesa para la cena. Está muy bien lo de esa asignación porque así llegas y sabes dónde ir directamente y no tienes que andar buscando una mesa libre y preparada. También hay cava en el buffet y es costumbre, o al menos eso parece porque mucha gente lo hacía, sacar una copita al terminar, bien de cava, bien de zumo, agua... etc a unas mesitas al aire libre que están cerca del comedor, en la zona de las piscinas, para tomarla allí tranquilamente. En la cena, aparte de los postres fríos (fruta, helados, tartas... etc), las dos noches que estuvimos prepararon también un postre caliente, que lo van haciendo en el momento. La primera noche fueron plátanos fritos y, la segunda, goffres. Las cenas son también de magnífica calidad. Recuerdo que la primera noche me llamó la atención una cazuela de barro llena de gambas al ajillo, de bastante buen tamaño y estupendo sabor. Creo recordar que eran dos o tres los diferentes platos que preparaban en vivo los cocineros.
EN RESUMEN: Me dio la impresión de que la política de este hotel es mimar al cliente y poner los medios para que se sientan a gusto en él. De hecho, nos comentaron que el 70% de los clientes que se alojan allí, la mayoría alemanes, se convierten en habituales, repitiendo de un año para otro, incluso regresando varias veces a lo largo del año. Y no me extraña, la verdad. ABSOLUTAMENTE RECOMENDABLE.
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