Domingo - cuarto día: Costa Calma - La Lajita - Ampuyenta - Puerto del Rosario - Parque de Dunas - Corralejo
Amanece en Costa Calma un día precioso.
Amanece en Costa Calma un día precioso.
Hace buena temperatura y no hay ni una nube en el cielo. Los primeros rayos de sol alumbran madrugadores paseantes junto a la orilla. Me encanta. ¡Qué maravilla de playa!
Disfrutamos la mañana en las instalaciones del hotel hasta las 12:00, la hora de dejar la habitación, ya que hoy nos movemos hacia el norte y cambiamos de alojamiento. Dejamos con pena el hotel Costa Calma Palace y nos dirigimos hacia La Lajita, en concreto hacia el Oasis Park.
En este complejo hay una tienda muy grande de plantas y objetos de decoración. Hay también jardín botánico,
cafetería, animales
y safari de camellos, que es básicamente lo que nos ha traido hasta aquí. Sacamos el ticket y esperamos en la cafetería hasta la hora de salida de la siguiente caravana. Unos minutos antes de la hora indicada seguimos por el túnel hacia el Fuchidero, que es el lugar de salida y llegada de los camellos. Ahí podemos verlos descansando.
Los camelleros preparan los animales que nos van a llevar en el paseo. Una vez que todos estamos listos, y tras la impresionante levantada, ¡nos vamos!
No me parece recomendable la excursión para gente con problemas de espalda, ya que el andar de los camellos, suave bamboleo a veces, se torna bruscos movimientos otras. La caravana sube una montañita, pasando por un camino bordeado de palmeras. En la panorámica se ve el Oasis Park, el pueblo de La Lajita y el Jardín de cactus. También se ve el Fuchidero. Si el día está claro, llega a verse la línea costera hasta más allá de Costa Calma.
La excursión dura unos 35 minutos y, con la brisa y la hora que se ha hecho, se nos ha abierto el apetito. Habíamos reservado con antelación en el restaurante Fabiola, en la Ampuyenta, y nos dirigimos hacia allí.
Nos cuesta un poquito encontrarlo, ya que no están señalizados ni el pueblo ni el restaurante, pero después de dar unas cuantas vueltas y preguntar, finalmente damos con él. Para más información sobre la historia de este restuarante, visitar http://viajarafuerteventura.blogspot.com/2005/09/fabiola-el-arte-de-asombrar-cada-da.html.
Después de comer, nos dirigimos hacia Puerto del Rosario. Es domingo por la tarde y todo está muy tranquilo. Paseamos por el puerto observando un barco grande que llega
y también algunas esculturas marinas que lo adornan y ambientan.
Paseamos hasta la iglesia, blanca y majorera
y, después, recorremos las calles casi desiertas a causa de la llovizna que aparece. Dejamos atrás el agua y el Puerto del Rosario y ponemos rumbo hacia Corralejo.
Está a pocos kilómetros de el Puerto y enseguida el paisaje se transforma, va desapareciendo la vegetación y da paso a la arena del Parque de Dunas.
Pronto se ocultará el sol. Las sombras se alargan sobre el desierto, a ambos lados de la carretera.
Nos detenemos un momento en el arcén preparado para ello, junto a la carretera, y bajamos del coche unos minutos para contemplar el paisaje, pero empieza a hacer fresco y hace mucho aire, así que decidimos regresar con más luz y calor.
En Corralejo nos alojamos en el Suite Hotel Atlantis Fuerteventura Resort.
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