Delfos


  • NOTA: Esta etapa forma parte de un viaje de 5 días por Grecia visitando Atenas, Delfos, Corinto, Micenas y Nafplio -> ITINERARIO y preparativos
  • Etapa anterior: Arahova
Aparcamos cerca del museo, aunque no vamos a visitarlo. Vamos directamente al recinto arqueológico (coordenadas GPS 38,48030, 22,50033).
Bien, ya estamos aquí. La nieve no nos ha impedido llegar al centro del mundo según la Grecia clásica, hoy Patrimonio de la Humanidad. Cuenta la mitología que Zeus soltó dos águilas en puntos opuestos de la tierra y volaron hasta encontrarse justo encima de nuestras cabezas.

Recinto arqueológico de Delfos

Sea las leyenda cierta o sea la realidad otra, la verdad es que algo hay de mágico y misterioso en este entorno. Estamos a los pies del Monte Parnaso. A nuestros pies se extiende el valle del río Pleistos, tapizado de olivos y cipreses. Y aunque lo que queda no es casi nada comparado con lo que hubo un día, bien aún nos permite imaginar un esplendoroso pasado.

Recinto arqueológico de Delfos

Caía aguanieve al llegar pero afortunadamente ahora ha parado. Iniciamos el recorrido por la Vía Sacra. A ambos lados quedan los restos de antiguos edificios. El templete del Tesoro de los Atenienses reconstruido nos da idea de cómo eran algunos de ellos.

Tesoro de los Atenienses, Delfos

En lo alto vemos unas pocas columnas supervivientes del Templo de Apolo. Llaman la atención por su robustez. Continuamos el ascenso hasta la base del Templo, a la que no se puede pasar, pero sí rodearla. 

Templo de Apolo, Delfos 

Si seguimos subiendo, llegamos al Teatro, dispuesto como si de un balcón sobre el valle se tratara aunque no podemos pasar hacia las gradas por encontrarse acordonadas. Es el monumento mejor conservado del recinto, datando la primera construcción del mismo del siglo IV a.d.C. Casi nada.

Teatro de Delfos

Desde aquí tenemos una fantástica vista sobre lo poco que queda del Templo de Apolo y es fácil imaginar su grandeza.
Desde el Teatro, ya no se puede subir más y desandamos la Vía Sacra para ir a la salida. En la carretera, caminamos hacia la izquierda en dirección hacia la fuente Castalia, justo en la curva.

Fuente Castalia, Delfos

Enfrente, al otro lado de la carretera, se encuentra lo que era el Gimnasio. Desde arriba podemos hacernos una idea mejor del tamaño y forma que tenía. 

Gimnasio, Delfos

Y, tras él, llegamos hasta el Santuario de Atenea Pronaia, emplazamiento de la Tholos, una construcción circular de 20 columnas sobre un podio de 3 alturas, que data del siglo IV a.d.C. Tampoco queda gran cosa pero suficiente para hacernos una idea de cómo era.

Tholos de Delfos

Está claro que venir a Grecia es hacer un ejercicio de imaginación. Quedan algunas piezas pero se necesita un poco de esfuerzo para construir el puzle en nuestra mente.
Teníamos pensado comer en Delfos pueblo pero terminando la visita comienza a chispear otra vez. Es aguanieve y el camino hacia Kalambaka es largo y nos tememos que difícil. Compramos unos bocadillos en una tienda cerca del museo y nos ponemos en marcha cuanto antes. Si vamos a encontrar algún problema, mejor que sea a la luz del día.


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