Al Shindagha

Caminamos bajo un sol de justicia y con un fuerte calor en dirección hacia la boca del Canal, por el barrio de Al Shindagha. No sabemos a cuántos grados estamos, pero probablemente rondamos los 40. Es tarea imposible buscar un termómetro. Durante toda nuestra estancia no veremos ni uno, tampoco en los taxis.
Pasamos frente a la torre de vigilancia de Al Shindagha (Al Shindagha Tower), construida en 1901, de planta cuadrada a diferencia de la mayoría de torres de vigilancia, redondas, y la dejamos atrás al encaminarnos hacia las casas de la importante dinastía al Maktoum, ascendientes del actual Jeque del emirato, hoy convertidas en museo para muestra de la arquitectura tradicional.


Visitamos la primera que encontramos, la casa del Jeque Jumah al Maktoum (Sheikh Jumah al Maktoum House), que además de ser un claro exponente de este tipo de construcciones, acoge el Museo de Arquitectura Tradicional. Fue construida en 1928 y restaurada en 2002.
La entrada da a un patio alrededor del cual están dispuestas las habitaciones. Pasamos a una de ellas, con potente aire acondiconado, donde vemos un interesante documental sobre el tema del museo.


De todos los elementos arquitectónicos y decorativos, destacan sobre todo las Torres de Viento (Barajeel). Las hay sencillas como la que vimos en la casa Barasti del Museo de Dubai, pero también más sofisticadas y decoradas, realizadas en piedra en la típica forma cuadrada abierta por las 4 caras, y también redondas. Le dan al horizonte en este zona una configuración que no había visto antes en ningún otro lugar. El funcionamiento para ellas es siempre el mismo: la apertura a todas las direcciones y varias torres en cada edificio a fin de crear las corrientes que van a traer frescor y ayudan a combatir la humedad.


Los elementos decorativos también son genuinos y elegantes.
Estas casas tienen pocos huecos al exterior, sobre todo en la parte baja, tampoco adornos, como si quisieran dejarlos para el interior, para la intimidad.
Como curiosidad, en el baño del Museo nos hace gracia el distintivo a la puerta del servicio de hombres y del de mujeres.


Si tuviéramos más tiempo visitaríamos alguna casa más y, hacia la boca del Canal, está el Heritage and Diving Village, una recreación del pueblo de pescadores que una vez hubo aquí. También suena interesante, pero hace mucho calor, estamos cansados y tenemos hambre.
Cogemos un taxi que nos lleva al hotel. Comemos tipo buffet en el hotel antes de que pasen a recogernos para la esperada Excursión al desierto.

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